miércoles, 6 de mayo de 2009

LOS POEMAS DE JUAN GELMAN

La economía es una ciencia

" En el decenio que siguió a la crisis
se notó la declinación del coeficiente de ternura
en todos los países considerados
o sea
tu país
mí país
los países que crecían entre tu alma y mi alma de repente
duraban un instante y antes de irse
o desaparecer
dejaban caer sábanas llenas de nuestros sexos que salían volando alrededor como perdices
quiere decir que cada vez que hicimos el amor dejábamos nuestros sexos allí?
y ellos seguían vivitos y coleando como perdices suavísimas?
qué raro
mirá que lavábamos las sábanas con subordinación y valor
para que los jugos de la noche pasada no inauguraran el pasado
y ningún pasado pusiera una oficina entre nosotros para ordenarnos el hoy
porque el alma amorosa es desordenada y perfecta
tiene mucha limpieza y lindura
se necesita todo un Dios para encerrarla
como le pasó a don francisco
que así pudo cruzar la agua fría de la muerte
es bien raro eso de nuestros sexos volando
pero recuerdo ahora que cada vez que yo entraba en tu sexo
y me bañaban tus espumas purísimas con impaciencia
y dulzura y valor
me parecía oir un pajarerío en el bosque de vos
como amor encendiendo otro amor
o más, es cierto que cada vez nuestros sexos resucitaban
y se ponían a dar vueltas entre ellos
como maripositas encandiladas por el fuego
y se querían morir de nuevo buscando incesantemente la libertad
y había un país entre la vida y la muerte
donde todo era consolación y hermosura
y no poseíamos nuestro corazón
y nuestros sexos se perdían como almas en la noche
y nunca más los volvíamos a ver
para entender
estudio los índices de la tasa de inversióún bruta
los índices de la productividad marginal de las inversiones
los índices de crecimiento del producto amoroso
otros índices que es aburrido hablar aquí
y no entiendo nada
la economía es bien curiosa
al pequeño ahorrista del alma lo engañan en wall street
los sueldos de la ternura son bajos
subsiste la injusticia en el mercado mundial del amor
el aprendiz está rodeado de nubes que parecen elefantes
eso no le da dicha ni desdicha
en medio de las razones
las redenciones
las resurrecciones
se lleva el alma a la nariz para sentir tus perjúmenes
estoy viendo volar los pajaritos que te salían del sexo
mejor dicho
de más allá todavía
de todo lo que valías
o brillabas
o eras
y dabas como jugos de la noche."

La juntaluz (Fragmentos)

Madre-coro (candice):
el frío de los pobres que un día triunfarán / cruje
en el fondo del país / torturado / callado
crepita otoñando padeceres / se le caen
hojitas / olores secos / compañeros / se pudren
alimentando furias que vendrán / alma mía
que así crecés contra las bestias / dame
valor o fuego / pueda podrirme / continuar /
para que coma la victoria /

Madre-árbol (canta):
solicitud / penas / cuidado
de vos sin vos / como la beso
ya prolongado que me das
por arrabales del amor
donde crecés violentamente /
flor unitiva / derramada
como calor de corazón
donde la mundo se amujera
como una música de vos /
mirada suave de tu mano
como gorrión de vos / o vos /
volando amor / durando vidas.

Madre-coro:
odio / no me dejés /

Madre-árbol:
dame tu fuerza / amor /

Madre-coro:
para que no me olvide /

Madre-árbol:
para que no te olvide /.

La muchacha del balcón

La tarde bajaba por esa calle junto al puerto
Con paso lento, balanceándose, llena de olor,
Las viejas casas palidecen en tardes como ésta,
Nunca es mayor su harapienta melancolía
Ni andan más tristes de paredes,
En las profundas escaleras brillan fosforescencias
.......................................................
como de mar,
ojos muertos tal vez que miran a la tarde como si
..........................................................recordaran,

eran las seis, una dulzura detenía a los desconocidos,
una dulzura como de labios de la tarde, carnal,
............................................................
carnal,
los rostros se ponen suaves en tardes como ésta,
arden con una especie de niñez
contra la oscuridad, el vaho de los dancings.

Esa dulzura era como si cada uno recordara a una
..................................................................
mujer
Sus muslos abrazados, la cabeza en su vientre,
El silencio de los desconocidos
Era un oleaje en medio de la calle
Con rodillas y rostros de ternura chocando
Contra el "New Inn", las puertas, los umbrales de
.......................................................color abandono.

Hasta que la muchacha se asomó al balcón
de pie sobre la tarde íntima como su cuarto con la
.......................................................cama deshecha

donde todos creyeron haberla amado alguna vez
antes de que viniera el olvido.

Ancho en París

Al que extraño es al viejo león del zoo,

siempre tomábamos café en el Bois de Boulogne,

me contaba sus aventuras en Rhodesía del Sur

pero mentía, era evidente que nunca se había movido del

Sahara.

De todos modos me encantaba su elegancia,

su manera de encogerse de hombros ante las pequeñeces

de la vida,

miraba a los franceses por la ventana del café

y decía "los idiotas hacen hijos".

Los dos o tres cazadores ingleses que se había comido

le provocaban malos recuerdos y aun melancolía,

“las cosas que hace uno para vivir" reflexionaba

mirándose la melena en el espejo del café.

Sí, lo extraño mucho,

nunca pagaba la consumición,

pero indicaba la propina a dejar

y los mozos lo saludaban con especial deferencia.

Nos despedíamos a la orilla del crepúsculo,

él regresaba a son bureau, como decía,

no sin antes advertirme con una pata en mi hombro

"ten cuidado, hijo mío, con el París nocturno".

Lo extraño mucho verdaderamente,

sus ojos se llenaban a veces de desierto

pero sabía callar como un hermano

cuando emocionado, emocionado,

yo le hablaba de Carlitos Gardel.

(Gotán)

Don Luis

Gracias, compañero Cernuda,

gracias por recordamos la nobleza humana

en este tiempo de la despasión.

Gracias por recordarla con belleza,

como sol que entra en una casa vacía.

La llenás con la memoria de los sueños

y más, con sueños y horizontes

que pueden volver.

Gracias por dejamos la palabra

que vuela en un claro de la tempestad

a ciertas dichas, ciertas esperanzas.

Transparente de niños te fuiste, pero no.

Bailamos nuestra danza contra

clausuras de la nada.

(inédito)

Ofelia

"Esta ofelia no es la prisionera de su propia voluntad
ella sigue a su cuerpo
espléndido como un golpe de vino en medio de los hombres
su cuerpo estilo renacimiento lleno de sol de Italia pasa por buenos aires
ofelia yo en tus pechos fundaría ciudades y ciudades de besos
hermosas libres con su sombra a repartir con los amantes mundiales
ofelia por tus pechos pasa como un temblor de caballadas a medianoche por Florencia
tus pechos altos duros come il palazzo vecchio
una tarde de verano de 1957
iba yo rodeado de tus pechos sin saberlo
era igual la delicia la turbación el miedo
las sombras empezaban a andar por las callejas con un olor desconocido
algo como tus pechos después de haber amado
eras oscura ofelia para entonces y enormemente triste
una adivinación una catástrofe
un oleaje de olvido después de la ternura
una especie de culpa sin castigo
de furia en paz con su gran guerra
andabas por Florencia con tus pechos yendo y viniendo por las sombras
con saudade de mí seguramente
tu hombro izquierdo digamos
lloraba a tus espaldas o largaba sus ansias lentas en el crepúsculo y ellas venían a mi sangre
o eran un temblor como un presagio
gracias te sean dadas ojos míos
yo les beso las manos bésoles muy los pies
gracias narices muchas gracias oídos con que escucho los ruidos
de la ofelia
antes apenas era una ciudad de Italia
sus tiros me llenaban de otra desgracia el corazón. "

Opiniones

Un hombre deseaba violentamente a una mujer,
a unas cuantas personas no les parecía bien,
un hombre deseaba locamente volar,
a unas cuantas personas les parecía mal,
un hombre deseaba ardientemente la Revolución
y contra la opinión de la gendarmería
trepó sobre muros secos de lo debido,
abrió el pecho y sacándose
los alrededores de su corazón,
agitaba violentamente a una mujer,
volaba locamente por el techo del mundo
y los pueblos ardían, las banderas.

de "Gotán"

Oración

Habítame, penétrame.

Sea tu sangre una con mi sangre.

Tu boca entre a mi boca.

Tu corazón agrande el mío hasta estallar.

Desgárrame.

Caigas entera en mis entrañas.

Anden tus manos en mis manos.

Tus pies caminen en mis pies, tus pies.

Ardeme, árdeme.

Cólmeme tu dulzura.

Báñeme tu saliva el paladar.

Estés en mi como está la madera en el palito.

Que ya no puedo así, con esta sed

quemándome.

Con esta sed quemándome.

La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.

Oración de un desocupado


Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.

Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,!
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello

de "Violín y otras cuestiones"

¿Cómo se lee un poema? / Hugo Padeletti

Pido perdón por estas tres hojitas que voy a leer. Sé que la expresión improvisada es más vívida, aunque menos exacta, pero en est...