jueves, 8 de noviembre de 2007

PREMIO NACIONAL DE POESÍA CIUDAD DE BOGOTA/Nelson Romero Guzmán


NELSON ROMERO GUZMAN.-Nació en Ataco, Tolima, Colombia, en 1962. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Santo Tomás. Acaba de obtener el Premio Nacional de Poesía Ciudad de Bogotá 2007, convocado por el Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá, con su libro Obras de Mampostería. Ha obtenido, entre otros, el Premio Nacional de Poesía “Fernando Mejía Mejía” en 1992 y el Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, en 1999. Libros publicados: Días Sonámbulos (Editorial Mundo Nuevo, Bogotá, 1988), Rumbos (Alcaldía de Manizales, 1993), Surgidos de la Luz (Universidad de Antioquia, 2000), Grafías del Insecto (Colección de Poesía Escala de Jacob Universidad del Valle, 2005) y La Quinta del Sordo (Colección de Poesía Universidad Nacional, 2006). Inéditos el libro de poemas Bajo el Brillo de la Luna y un estudio sobre el poeta Aurelio Arturo titulado La Cámara Hechizada: Una Lectura Incompleta de Aurelio Arturo. Reside en Ibagué.

Textos

1

Es de piedra este fondo oscuro.

Las azucenas dan a luz más azucenas

como niñas violadas en la puerta del templo.

No veo el alba

veo un caballo blanco,

aquí donde grandes mariposas con cuernos

húmedas, velludas, depositan el huevo del día.

Allí

mientras la cumbre florece,

acá la piedra alza sus mamposterías

para que en sus cuartos

veamos la historia que atraviesa los pasillos

con su vela encendida dentro de una calavera.


14

La guerra es flor visible.

Los mamposteros han querido hacerla invisible,

pero ella cada vez más visible.




30

La ciega Narcisa enloqueció y dijo: Estoy en el paraíso. Ese lugar no existía, hasta que la alucinada lo pronunció, y alguien tomó papel y pluma para escribir su viaje, y para meternos en este embrollo.

No se llamó Eva, se llamaba Narcisa, loca y ciega. Nombre bastante usado en la época de las grandes alucinaciones: la serpiente, la manzana, el engaño, el trabajo, el destierro.

Alguien escribió mal su versión para condenarnos.

En un inquilinato, Narcisa padeció la peor de las crisis de su mente: se vio salir por las costillas del hombre.

En ese tiempo trabajaba de jardinera. Las aves la querían, y una vez se enamoró la ciega, hasta que el mismo amor la arrastró, y su mente se fue dando tumbos de hospicio en hospicio, la muchacha pobre, la jardinera.

Al nombrarla nos burlamos de su noche.

Si algún lugar de verdad fuera el Paraíso, sería una clínica de enfermos mentales, donde estuvo asilada Narcisa.

Lo demás es la falsa versión del psiquiatra del génesis.


¿Cómo se lee un poema? / Hugo Padeletti

Pido perdón por estas tres hojitas que voy a leer. Sé que la expresión improvisada es más vívida, aunque menos exacta, pero en est...