martes, 31 de julio de 2007

JAIME ALVAREZ GUTIÉRREZ Y LA CULTURA GUANE




Por ANTONIO ACEVEDO LINARES *



El escritor santandereano Jaime Álvarez Gutiérrez, nacido en San Gil el 20 de noviembre de 1923, un hombre que a sus más de ochenta años viste impecablemente de blanco y sombrero todos los días, es autor de las novelas Las putas también van al cielo, La cruz trenca, El chispeante epitafista Don Ludovico Di Betto, Matrioshka trierótica para su corrección, junto con varios libros de cuentos como Carta al Rey, Par mestizos y Póquer de ases, y es también autor de la investigación en la queinvirtió 36 años de su vida y que publicó en su sello editorial Cabra Mocha en donde ha publicado la mayoría de sus obras, titulada Los Guanes con el código, las claves, los glifos y la revelación de su increíble calendario.

La investigación se centró en la revelación de la astronomía de los indios guanes y sus matemáticas crípticas. Sin ser Álvarez Gutiérrez un antropólogo, y apenas con su magistral pluma de escritor, nos descubre en una lectura increíble, las revelaciones arqueo-matemáticas de los precolombinos guanes que nos lleva hasta el fondo de las raíces perdidas de nuestros ancestros. Se señala en la contraportada de su libro que las revelaciones que nos descubre se parecen a las que hizo en su época Champollion en Francia, cuando nos develo los jeroglíficos epigcios en la piedra Roseta.


Como ya es de histórico conocimiento, el territorio de Santander en su época precolombina estuvo habitado por los indios yariguies, los chitareros, los laches y los guanes. Los guanes pertenecían a la familia de los chibchas y tenían como actividad principal, la agricultura, además de la cerámica, la orfebrería y el comercio. El primer conquistador que piso territorio santandereano fue el español Antonio de Lebrija en 1529.A partir de 1540 Martín Galeano reconoció la mayor parte del territorio mientras los aborígenes pasaron a dedicarse a la agricultura y a la actividad febril, ocupaciones por las que tenían que pagar un tributo al Rey. El aumento continuo de estos tributos fue lo que provocó el estallido de la rebelión comunera que se inicio el 6 de marzo de 1781. El primer movimiento insurgente contra el imperio español.






LA CULTURA GUANE Y EL CALENDARIO

Los guanes emplearon la escritura ideogràfica donde se representaba por símiles a los objetos, las personas y los acontecimientos. Las figuras humanas eran representadas en forma simbólicas como ranas, monos o figuras geométricas. Fueron degolladores de niños en rituales de sacrificio a sus dioses, con cuchillos de caña eran degollados y la sangre vertida sobre las peñas en ofrecimiento al Sol. La numeración y el cálculo del tiempo eran señalados con los dedos de los pies, anteponiendo la palabra quijicha. Al número veinte llamaban Gueta. El jeroglífico del tiempo era un poste, una cuerda atada a la parte alta, aludiendo así al sacrificio del Gueza (niño) al que inmolaban atado al palo indicador del adelanto de la luz solar, al concluir el periodo de veinte años lunares, según lo describe Isaías Ardila Díaz en su conocido libro, El pueblo de los guanes ( Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1986) uno de los libros que sirvió de importante fuente bibliográfica al escritor para su investigación con respecto a la cultura guane.

El calendario guane, según el autor de esta investigación, “es un sistema de notación simbólica, numérica, matemática y astronómica, realizada con glifos incisos en diversas piezas o cuentas, referentes todas al cómputo del tiempo, que consideran e involucran como sus partes integrantes, los días o soles, las semanas de tres o de màs días, las lunaciones o meses lunares, los años solares, los siglos y las edades”. Su origen etimológico proviene de la voz griega calendas, palabra con la que los romanos designaban el primer día de cada mes. El calendario guane, según se descifra de esta investigación, es un sistema tecnológico del hombre americano precolombino que era utilizado para fijar, contar y calcular, predecir el tiempo, los hechos y los fenómenos climáticos, y contar los días, los meses y los años. Se fijaban en él los hechos cívicos, agrícolas, religiosos, médicos, culturales y sociales de la cultura guane. Se predecían las épocas de lluvia, la de siembra, las cosechas, las tormentas, las heladas, las granizadas, los inviernos y los veranos.



Los guanes al día lo llamaban zua. Al día lo dividían en dos partes: mañana, suamena o mena y a la tarde, suameca o meca. La noche era llamada zajasa. La primera mitad de la noche, zasca o zaca y a la segunda mitad caqui o zagui. Los meses eran contados por lunas, con sus menguantes y sus crecientes, dividiendo cada una de estas en dos partes en otras dos, resultando así cuatro partes del mes, nuestras semanas. Dividían el mes por las fases de la luna, comenzaban a contarlo desde el plenilunio que ellos llamaban Ubchihica. El pasado era llamado por los guanes, Zocamana, y el año presente, Zocamata. La ubicación geográfica de este calendario guane en su descubrimiento fue hallado en una cueva o adivinatorio en las estribaciones de la Mesa de los Xeridas o Jèridas, conocida actualmente con el nombre de la Mesa de los Santos. Álvarez Gutiérrez señala que el hallazgo del calendario guane es obra anónima, pero que su descubrimiento y revelación de los glifos es obra de su larga y ardua investigación de màs de cuarenta años.

La obra se divide en diez capítulos que comprende la descripción del territorio, la cultura, el idioma, el color y la fisonomía de los guanes. Se describe su alimentación, sus dioses y creencias, su organización social y sus leyes. El intento de invasión al territorio guane por parte de Ambrosio Alfinger y la descripción de las batallas con los Yariguies. Se narra la declinación y la desaparición de la población guane, sus orígenes, sus mitos y leyendas. Sobre los glifos y la numeración guane se narra como contaban los guanes los años y como se ejercían sus cultos al sol. Se señala al conquistador Martin Galeano como el exterminador de los guanes y el autor analiza la mal llamada conquista del imperio chibcha y guane para irnos adentrando magistralmente al calendario guane sobre los números, la numeración y la espiral, la fonética y la lengua, la interpretación de los glifos y la reconstrucción de cómo contaban, con sus significados y símbolos, los días, los meses y los años.




Álvarez Gutiérrez en su investigación analiza como los guanes configuraron su calendario basado en importantes hechos de su historia y propone la construcción del Templo del Sol Guane en el futuro, en algún lugar de la Mesa de los Santos. Los guanes con el código, las claves, los glifos y la revelación de su increíble calendarioes una obra meritoria y bien documentada que va a la búsqueda de nuestras raíces indígenas y está dedicada a la memoria de Juan de Dios Arias, el historiador, folclorista y educador santandereano que otrora fuera “piedra angular” de la Academia de Historia de Santander y que según el autor la Academia se “ olvido del pasado, de su propósito, de la esencia de su vocación y de su divisa, como era la de llegar a ser “despertadora de vocaciones históricas” en palabras de Arias, y que hoy en día no es ni la sombra de su proyecto original”, reitera además Álvarez Gutiérrez en su dedicatoria-carta, que es una “Academia honorífica” que se ha convertido en una “comedia semanal para rendirle honor al deshonor, mediante el lucimiento de lazos nobles y medallas conmemorativas, que premian con falsas ilusiones el soterrado e indigno salario de las genuflexiones que le imponen algunos zafios e intercesores a los aspirantes a una medallita de latón” para concluir que la “Academia como la Nación está enferma ”y que todo no podía estar peor estando la Academia en manos de un prestamista, usurero y vendedor de espaguetis.

La interpretación del calendario guane se terminó de escribir, escribió Álvarez Gutiérrez al final de su libro, en la ciudad de Pembroke Pines, Century Village, Estados Unidos, el día 15 de marzo de 2002 en donde mantiene las piezas del calendario y según su audaz teoría “el calendario guane es el origen de todos los calendarios mayas, azteca y de los calendarios centroamericanos que vino a estas tierras atado al cuello de los sabios matemáticos guanes con Bochica a la cabeza, quienes lo difundieron de norte a sur, junto con sus números ordinarios”.


* Poeta y Sociólogo. Magíster en Filosofía Latinoamericana con Especialización en Educación en Filosofía Colombiana y Especialización en Filosofía Política Contemporánea.

JAIME ALVAREZ GUTIERREZ

Teléfono: 6474881

2 comentarios:

ALEJANDRO NAVAS CORONA dijo...

El libro es "interesante", sin embargo, la duda de procedencia del collar y las cuentas analizadas debe dilucidarse para saber si es propiamente Guane, o quizás Muisca, o Lache, etc. Lo que sí parece ser es "indígena" y de ahí su importancia.
En cuanto al sacrificio de niños al dios sol es una manifestación sin resorte alguno (¿que lo haya dicho Ardila es presupuesto de verdad? ¿de dónde sacó eso el autor?); se debe investigar más sobre el asunto

Unknown dijo...

Buen día, quisiera saber donde puedo adquirir este libro, ya que lo he buscado por internet pero no lo encuentro gracias. mi correo es mimil07@gmail.com

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