domingo, 10 de junio de 2007

FERNANDO VALLEJO EN EL JABALÍ



El polémico escritor colombiano, ahora nacionalizado mexicano, también asegura que García Márquez tiene una "prosa muy pobre" y que el idioma castellano "está perdido". Provocador, afirma que Manuel Mujica Laínez es el mejor escritor de los últimos mil años.

POR HUMBERTO ACCIARRESSI

Más delgado que la última vez que nos vimos, hace un par de años, pero con los entusiasmos intactos. Ahora, en plena promoción de "La puta de Babilonia" —un libro en el que vivisecciona a la Iglesia Católica y saca a luz crímenes y pecados documentados por todos los historiadores—, Fernando Vallejo pasó otra vez por Buenos Aires.

La obra tiene, justo es decirlo, esa voz tronante y casi dogmática que el propio escritor critica. Cuando se lo hacemos notar, tiene la sinceridad de reconocerlo: "Es cierto —confía—, por momentos parece un dogmatismo de cuño inverso. Como si fuera un antipapa". La risa que corona la frase, así como la amabilidad que lo caracteriza, permiten que le propongamos no hablar de lo que todos le preguntan por estos días y sí de literatura. Vallejo acepta, pero antes aclara —para sentar un punto de arranque— que "hoy nadie sabe qué es eso de leer".

Suponiendo que tuviera razón, ¿por qué cree que ocurre eso?


Es que en la actualidad casi nadie puede distinguir quién escribe bien y quién escribe mal. Hay quienes creen que el idioma literario y el coloquial son lo mismo. Por eso, por ejemplo, no se dan cuenta de lo que vale un escritor como Mujica Láinez.

Es curioso que lo mencione, porque en la Argentina, lamentablemente, hace rato que no se lo lee.


Y eso habla muy mal de los argentinos. Los lectores, porque no lo conocen. Y los escritores, porque no saben escribir. Es pura ignorancia. Pero no te preocupes, que en Colombia pasa lo mismo. Ignoran a "Manucho", el mejor escritor en lengua española de los últimos mil años, y se entusiasman con Cortázar y Bolaño, que no sabían escribir.

¿Y Borges?


Es, apenas, un prosista menor. Y como poeta no existe. Es puro sonsonete. La,la,lá... la,la,lá... la,la,lá. Otro de los grandes, a quien en España le sucede lo mismo que a Mujica, es Azorín. Ese fue un escritor de verdad.

¿Y por qué será que nadie lee sus libros, algunos tan actuales como "Confesiones de un pequeño filósofo", o su hermosa biografía de Lope de Vega?


Porque la moda es desconocer a los grandes prosistas. Y además tenemos que el idioma se ha desvirtuado totalmente. A los escritores jóvenes les tocó este adefesio que tenemos hoy. Y por eso les gusta García Márquez, que tiene una prosa pobrísima y sin gracia. ¡Y pensar que en algún momento a Colombia le decían la Atenas sudamericana y tenía presidentes gramáticos!

Vamos a coincidir en que sus juicios son, al menos, escandalosos.


Pero yo desafío a cualquiera que sepa de lo que habla cuando se refiere a la literatura, a que hagamos una polémica pública. Yo les voy a hacer dar cuenta que el idioma está perdido, que ellos escriben mal, que Cervantes era un pésimo prosista, que Borges no conocía los recursos literarios y que, salvo Mujica Láinez y Azorín, casi no hay nadie que se salve.

¡Pero suele decir que hace años que no lee literatura!


Y es la verdad más pura. Trato de no perder tiempo. Por ejemplo, para escribir "La puta de Babilonia" —que es un término de los albigenses—tuve que estar años documentándome, para completar lo que ya sabía por haberlo vivido en carne propia.

¿Cómo es eso?


Claro. Estudié con los salesianos, de manera que conozco el monstruo desde dentro. Pero, para ser honesto, debía documentarme. Y eso me llevó el tiempo que hubiera perdido leyendo novelitas de mala muerte.

¿Se arrepiente de algo?


De haber nacido. Pero eso, en todo caso, fue culpa de mi madre. Deberían haberla esterilizado y adiós problemas.

2 comentarios:

CARLOS ARTURO GAMBOA dijo...

A mi parecer Vallejo, en su afán de iconoclasta reencauchado, lanza dardos a todos lados buscando que alguno de en el blanco y obviamente algunos han atinado, pero se equivoca en la mayoría de los casos porque su afán populista lo lleva a crear hipótesisi sin fundamento y termina por querer ser un mesías paisa, otro mesías de esas tierras...

Desde la literatura ha tenido algunos logros interesantes, ha tejido algún clima narrativo válido, pero su estrategia del insulto sin estética, nada cercano a la ironía, lo lleva a desprestigiar escritores de la talla de Borges..

Tal vez estamos frente a otro Vargas Vila, muy leído en su tiempo y muy fácil olvidado

Saludos

Anónimo dijo...

He leído a ambos, a Borges y a Vallejo, y sin lugar a dudas, sin ser subjetivo, Borges no era tan buen escritor como todos creen. ¿Cómo saberlo? Fácil: lea usted a Mujica o a Azorín y compare. Compare la prosa árida de Borges con la expresividad de Azorín, con la poesía de Mujica Lainez. Borges era plano, de buenas historias a veces, pero mal escritas. Mal escritas porque, literariamente hablando, a sus relatos les faltaba literatura. ¿A qué me refiero con literatura? A expresividad, a figuras literarias, a poesía, a ritmo, música, sintáxis, pasión, inspiración, ¡alma! A eso me refiero y a eso mismo se refiere Vallejo. Borges era bueno, mas no excelente y mucho menos el mejor como muchos lectores creen.

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